miércoles, 5 de octubre de 2011

UNIDADES DE LONGITUD


Más de una vez te habrán preguntado: “¿Cuánto mides?”... La altura es una longitud, y para medir longitudes usamos unidades de diferentes tamaños, eligiendo en cada caso la más adecuada. Cuando, por ejemplo, decimos la distancia que hay entre dos ciudades, no la expresamos en metros, sino en una unidad mucho mayor: en kilómetros. De la misma forma, no hablamos de los metros que mide de largo una hormiga, sino que utilizamos una unidad mucho menor: el milímetro.
En cualquier caso, el metro se considera la unidad principal de longitud; su símbolo es: m.

LOS MÚLTIPLOS DEL METRO
Para medir longitudes grandes, utilizamos unidades mayores que el metro, como el kilómetro, el hectómetro y el decámetro; son sus múltiplos.

LOS SUBMÚLTIPLOS DEL METRO
Para medir longitudes pequeñas, utilizamos unidades menores que el metro, como el decímetro, el centímetro y el milímetro; son sus submúltiplos
 
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sábado, 26 de marzo de 2011

¿QUÉ ES UNA ARTICULACIÓN?

Si tus piernas estuvieran unidas al tronco de una forma rígida, te sería imposible andar o correr. Si los huesos de tu cabeza no estuvieran unidos, no podrían formar el cráneo que protege tu cerebro. Si no pudieras doblar los dedos de tus manos, no serías capaz de coger la cuchara para comer o el lápiz para escribir. Tu esqueleto está formado por un gran número de huesos que se unen entre sí. La unión de un hueso con otro recibe el nombre de articulación.


¿QUÉ LE OCURRE A MIS ARTICULACIONES?


¿Has oído hablar de los esguinces? A veces, una caída o un movimiento muy forzado producen un estiramiento exagerado de los ligamentos o de la cápsula articular. Entonces se produce dolor, y la articulación se hincha. Por lo general, para recuperarse, suele ser suficiente inmovilizar o dejar en reposo la articulación.

A veces, el daño sobre la articulación es mayor. La cápsula o los ligamentos se rompen o el estiramiento es muy importante. Esto da lugar a una separación anormal de los extremos de los huesos que forman la articulación o incluso a que uno de los extremos se salga de la articulación. Cuando esto ocurre, decimos que hay una luxación. En este caso, será necesario recolocar los huesos e inmovilizar la articulación.




miércoles, 16 de marzo de 2011

¿CUÁLES SON LAS ARTICULACIONES?

¿CÓMO PUEDES CUIDAR DE TUS MÚSCULOS?


Tus músculos realizan un trabajo muy duro cada día. Pueden recibir golpes o llevar a cabo esfuerzos excesivos que provocan la rotura de algunas de sus fibras. El ejercicio físico es muy beneficioso para que tus músculos estén fuertes y sanos, sin embargo, es importante entrenar a tus músculos poco a poco para evitar que sufran algún daño. El ejercicio puede aumentar su tamaño. La inactividad prolongada puede disminuir su tamaño y debilitarlos; los músculos se atrofian. En algunas enfermedades, como en ciertas formas de parálisis, la atrofia de los músculos puede ser muy importante.

MÚSCULO ESTRIADO, MÚSCULO LISO Y MÚSCULO CARDÍACO

Según el tipo de tejido muscular se diferencian tres tipos de músculo: músculo estriado, músculo liso y músculo cardiaco.
¡Aunque tú no lo sepas, cuando te piden que te imagines un músculo siempre piensas en un músculo estriado o esquelético! Estos músculos son los que tocamos y percibimos a través de la piel. El nombre de estriado se debe a que con el microscopio se pueden ver unas zonas claras y otras oscuras que se alternan formando rayas (estrías). Recibe el nombre de esquelético porque la mayoría de estos músculos están unidos a los huesos. Además, los músculos esqueléticos o estriados son también músculos voluntarios. Estos músculos se contraen, es decir se acortan, con mucha rapidez. En resumen, el músculo que imaginas es estriado, esquelético y voluntario.
¡Los músculos lisos no son tan fáciles de imaginar! Forman parte de muchos de tus órganos, como el estómago, el intestino o la vejiga. En la pared de estos órganos hay fibras musculares. En el músculo liso no se aprecian casi estrías. A diferencia del músculo estriado estos músculos son involuntarios. Por lo tanto, el músculo que forma tus órganos es liso e involuntario.

¡El músculo del corazón o músculo cardiaco es una excepción! Solo existe en el corazón y tiene propiedades de los dos anteriores. Está formado por tejido muscular estriado pero, sin embargo, a diferencia del músculo estriado, es involuntario como el músculo liso. Por lo tanto, el músculo cardiaco es estriado e involuntario.





LOS MÚSCULOS ESQUELÉTICOS DE TU CUERPO

Ya hemos dicho que los músculos esqueléticos son estriados y voluntarios. ¡Fíjate en la ilustración! La gran mayoría recubre tus huesos. Algunos terminan en un tendón, una especie de cordón fibroso, que se une al hueso. Otros terminan de forma que sus fibras se unen directamente a los huesos, la piel o las articulaciones.
Tienes músculos esqueléticos por todo tu cuerpo: en la cabeza, el tórax, el abdomen y las extremidades.
  • Algunos músculos de la cabeza y el cuello. Cuando abres y cierras los párpados estás utilizando los músculos orbiculares de los ojos. Cuando mueves las cejas estás usando el músculo frontal. Cuando masticas necesitas el músculo masetero. Si giras y bajas la cabeza cuando tu hermano pequeño te llama, estás utilizando el músculo esternocleidomastoideo.

  • El diafragma es un músculo grande y plano que separa el tórax del abdomen. Aumenta el tamaño de la cavidad torácica cuando inspiras. Este músculo es muy importante para respirar.


  • Algunos músculos del abdomen. Los músculos del abdomen protegen tus órganos abdominales y participan en los movimientos del tronco. Por delante está el músculo recto. El recto es un músculo plano que te permite flexionar el tronco. Los músculos oblicuos también te ayudan a flexionar el tronco.


  • Algunos músculos de las extremidades superiores. Permiten mover los brazos, los antebrazos y las manos. En el hombro está el músculo deltoides. El deltoides es un músculo muy fuerte que envuelve el hombro. Este músculo permite elevar el brazo y llevarlo hacia delante y hacia atrás. Cuando levantas el brazo y doblas el codo estás utilizando el músculo bíceps. Cuando bajas el brazo y extiendes el codo empleas el músculo tríceps. Por detrás de los antebrazos y de la mano hay músculos extensores de la mano y de los dedos. Por delante están los flexores de la mano y de los dedos.

  • Algunos músculos de las extremidades inferiores. Permiten mover los muslos, las piernas y los pies. Cuando extiendes la pierna o doblas el muslo sobre el abdomen estás utilizando el músculo cuádriceps. Es un músculo muy potente que está en la parte anterior del muslo. Cuando levantas el talón estás utilizando los gemelos. Igual que en los brazos, en las piernas y los pies hay músculos flexores y extensores del pie y de los dedos.
  • Algunos músculos del tórax. Protegen la caja torácica y participan en la respiración y en los movimientos de la espalda y de los brazos. Por delante están los músculos pectorales. Cuando subes y bajas los brazos o se elevan las costillas al respirar estás usando estos músculos. En la espalda hay un gran músculo de forma triangular, el músculo trapecio. El músculo trapecio eleva el hombro y tira hacia atrás de la espalda.

MÚSCULOS VOLUNTARIOS Y MÚSCULOS INVOLUNTARIOS




El sistema nervioso controla el movimiento de tus músculos. Los nervios llegan a todos tus músculos. Algunos músculos realizan movimientos porque tú quieres, es decir, es tu cerebro a través de los nervios el que ordena al músculo que se mueva. Si quieres correr, coger un vaso, sonreír o chutar un balón, tu cerebro ordena a tus músculos que realicen estos movimientos. Por lo tanto, estos movimientos son voluntarios y por esta razón estos músculos se llaman músculos voluntarios.
Existe otro tipo de músculos sobre los que tú no ejerces ningún control. Estos músculos forman parte de muchos órganos de tu cuerpo. ¡Tu corazón no late más rápido o más despacio porque tú lo desees! Los movimientos de estos músculos son automáticos y están controlados también por tu sistema nervioso. Estos movimientos son involuntarios y por esta razón esos músculos se llaman músculos involuntarios.

EL RAQUITISMO

¿Has visto alguna vez fotografías de niños que pasan hambre? En las zonas del mundo donde no hay alimentos los niños pueden tener raquitismo. El raquitismo es una enfermedad que afecta a los huesos y que se debe a la falta de vitamina D. Cuando no hay alimentos el cuerpo no tiene bastante vitamina D y los huesos no reciben la cantidad suficiente de minerales y se vuelven frágiles y se deforman. En estos niños la cabeza se agranda, el tórax se estrecha, aparecen bultos en las costillas, y las vértebras o los huesos de las piernas se deforman. Esta enfermedad afecta también a los músculos, por eso su vientre está abombado. ¡Ojala pudiésemos terminar con el hambre!

A VECES LOS HUESOS SE ROMPEN

A pesar de su dureza, si reciben un golpe muy fuerte los huesos pueden llegar a romperse. Cuando un hueso se rompe decimos que hay una fractura. En la mayoría de los casos, los fragmentos rotos pueden volver a unirse. Para ello deben estar muy juntos. El médico que cuida tus huesos, el traumatólogo, aproxima estos fragmentos y los coloca de manera que el hueso conserve la forma que tenía antes de romperse. A veces, necesita utilizar tornillos, clavos o placas metálicas para juntarlos. Para que los fragmentos no se puedan mover, la mayoría de las veces se coloca una escayola durante un tiempo.


TIPOS DE HUESOS

Hay tres tipos de huesos; los huesos cortos (como las vértebras), los huesos planos (como los del cráneo) y los huesos largos (como los de las piernas o los brazos). Por lo general, los huesos están unidos entre sí por músculos y ligamentos (bandas de tejido fibroso), lo que les permite realizar algún tipo de movimiento. Es decir, los huesos se articulan. Algunos huesos, como los del cráneo, están tan fuertemente unidos que no existe entre ellos ningún tipo de movimiento.

¡Seguro que alguna vez has oído decir que los huesos son duros como piedras!

Y sin embargo a diferencia de las piedras, los huesos están vivos. Los huesos están formados por una complicada estructura que les proporciona la fuerza del acero y un peso ligero parecido al del aluminio.


EL TEJIDO QUE FORMA CADA UNO DE TUS HUESOS
Los huesos son la parte más dura de tu cuerpo, pero a pesar de su dureza están formados por células que están vivas y que forman un tejido, el tejido óseo. La palabra óseo significa que es de los huesos.
Si te fijas, en los huesos hay una parte dura, lo que en realidad conocemos como hueso, que está formado por tejido óseo, y otra más blanda que está dentro del hueso, la médula ósea.
Si coges el hueso de un muslo de pollo y lo abres verás que la zona de los extremos no está hueca como la del centro. Esto se debe a que el tejido óseo se dispone de dos formas diferentes. En unas zonas se parece a las esponjas de mar que se utilizan para bañar a los niños pequeños, con muchas cavidades pequeñas en su interior. Este tipo de hueso se llama hueso esponjoso. El hueso esponjoso está en el interior de los extremos de los huesos largos (como el fémur) y en el interior de todos los demás huesos (como los huesos del cráneo). Otras veces, el tejido óseo se coloca formando capas, láminas superpuestas unas encima de otras. Este tipo de hueso se llama hueso compacto. La parte que vemos de los huesos, la parte externa, está formada por hueso compacto.
Los huesos tienen una gran cantidad de minerales, sobre todo de calcio, que le proporcionan su dureza y resistencia. Además, como ya hemos dicho, los huesos están vivos y por lo tanto tienen que alimentarse. El alimento llega a los huesos a través de los vasos sanguíneos.
Tus huesos todavía no son tan duros como los de las personas mayores. En los niños los huesos son mucho más flexibles que en los adultos. Contienen un tipo de tejido blando llamado cartílago. El proceso de formación y endurecimiento de los huesos se llama osificación. La osificación se completa hacia los 25 años de edad. El último hueso que se osifica es el esternón.
¿Has visto alguna vez que los huesos tienen dentro algo muy blandito? Es la médula ósea. La médula ósea es un tejido que rellena las pequeñas cavidades del hueso esponjoso y las grandes cavidades rodeadas de hueso compacto que existen en los huesos largos. La médula ósea puede ser roja o amarilla. La médula amarilla es un tejido graso que sirve como reserva de energía. La médula ósea roja es un tejido que forma las células de la sangre. ¿Sabías que cuando naces toda la médula ósea es roja y que con el tiempo se convierte en amarilla? Cuando eres un adulto casi toda la médula ósea roja está en los huesos del tronco y en los del cráneo.

¿CÓMO PUEDES CUIDAR TU ESQUELETO?

Tu esqueleto necesita huesos duros y resistentes y, para ello, tu alimentación debe ser sana y muy rica en productos como la leche y sus derivados, que proporcionan el calcio y los minerales necesarios. Debes cuidar mucho la posición de tu espalda cuando te sientas para comer, estudiar o ver la televisión y adoptar una postura correcta para que tu columna vertebral no sufra. Pero además también es muy importante que hagas ejercicio, ¡tus huesos para crecer sanos deben moverse!


¿QUÉ HUESOS FORMAN TU ESQUELETO?

En tu esqueleto hay un eje central, la columna vertebral, a la que se conectan el resto de tus huesos. Vamos a diferenciar distintas zonas en tu cuerpo para estudiar los huesos que hay en cada una de ellas. Hablaremos de los huesos de la cabeza, los del tronco y el abdomen, y los de los brazos y las piernas.

Huesos de la cabeza
En la cabeza están los huesos del cráneo y los huesos de la cara.
Los huesos del cráneo forman una especie de caja que protege el cerebro y que da forma a tu cabeza. Los 8 huesos del cráneo están fuertemente unidos entre sí y no tienen ningún movimiento. El cráneo se une con la columna vertebral.

Los huesos de la cara
Son los que forman los pómulos, la nariz, la boca y las cavidades donde se alojan los ojos. Si abres y cierras la boca para masticar solo mueves un hueso. Este hueso con forma de herradura es el maxilar inferior o mandíbula. El maxilar inferior es el único hueso móvil de la cara.

Huesos del tronco
En el tronco está la mayor parte de la columna vertebral, las costillas, el esternón, las clavículas y los omóplatos.
La columna vertebral está formada por 24 vértebras. Dile a tu amigo o amiga que te deje tocar con tus dedos desde el cuello hacia abajo la parte media de su espalda, estarás tocando las vértebras. Las vértebras son unos huesos cortos que están colocados unos encima de otros ¡como si formaran una gran torre! Para que esta torre no se caiga, las vértebras se unen entre sí por músculos y ligamentos. Por arriba, la columna vertebral se une con el cráneo y por abajo, con el hueso sacro.

 
Los huesos de las costillas, el esternón y la columna vertebral forman una especie de jaula que llamamos caja torácica. La caja torácica protege el corazón y los pulmones.

Las costillas
Son 24 huesos planos, delgados y alargados, que se curvan hacia atrás. Hay 12 costillas en el lado derecho y 12 en el izquierdo. Las costillas se unen por detrás con la columna vertebral y por delante mediante un cartílago con el esternón. .

Los huesos de las clavículas
Tienen forma de “S”. Hay dos clavículas y cada una se une con el esternón y con el omóplato correspondiente.
El omóplato, que también se llama escápula, es un hueso plano con forma de triángulo. En la espalda hay dos omóplatos detrás de las costillas. Cada omóplato se articula con dos huesos: la clavícula y el hueso del brazo, el húmero.

Huesos de los brazos y de las manos.
En la extremidad superior están los huesos de los brazos, los antebrazos, las muñecas y los dedos.
En el brazo hay solo un hueso largo, el húmero. En el antebrazo hay dos huesos largos colocados uno al lado del otro, el cúbito y el radio. Por arriba se articulan con el húmero y por abajo con los huesos de la muñeca. Además, estos huesos se articulan entre sí.
En la muñeca hay 8 huesos que se disponen en dos filas (huesos del carpo). Una se articula con el cúbito y el radio, y otra con los huesos de la mano.
¡Dobla mucho la muñeca y cierra los dedos! Si con los dedos de la otra mano tocas con fuerza por encima la mano que está cerrada notarás unas zonas más salientes y duras que se dirigen hacia cada dedo. Son los metacarpianos. En la mano hay 5 huesos largos, los metacarpianos, que se articulan con los huesos de la muñeca y con los de los dedos.

¡Ahora dobla un dedo! ¿En cuantas partes se divide? En cada parte hay un hueso. En cada uno de los dedos hay tres huesos largos, tres falanges, excepto en el pulgar en el que solo hay dos.

 
Huesos del abdomen.
En el abdomen está la zona final de la columna vertebral, el hueso sacro, el coxis y los huesos de la pelvis.

Los huesos de los muslos, las piernas y los pies
¿Sabes que el hueso más largo está en el muslo? El fémur es el hueso más largo del cuerpo y sostiene un gran peso. Por arriba se articula con los huesos coxales (articulación de la cadera) y por debajo con la tibia, uno de los huesos de la pierna. Por delante de la zona en la que el fémur se articula con la tibia hay un hueso de forma redondeada que se llama rótula. Todo este conjunto forma la rodilla.

¡Ay, mi espinilla! ¿Has recibido alguna vez una patada jugando al fútbol? Toca con los dedos la pierna de arriba abajo un poquito hacia dentro y notarás una zona muy dura. Este hueso es la tibia. La tibia es un hueso largo y muy fuerte. Al lado de la tibia hacia fuera está el peroné. El peroné también es un hueso largo pero mucho más fino. La tibia y el peroné son los huesos que forman la pierna.

En el pie, igual que en la mano, también hay muchos huesos. Siete huesos cortos que forman el tarso. Después, 5 huesos largos que se corresponden con cada uno de los dedos, los metatarsianos. Y finalmente, en cada dedo hay tres huesos largos, las falanges, excepto en el dedo gordo que hay dos.

Huesos del oído
Además de todos estos huesos que hemos visto, hay seis huesos que no forman parte del esqueleto pero de los que no podemos olvidarnos. Son los huesecillos del oído: el yunque, el martillo y el estribo. 

EL SISTEMA MUSCULAR

 

Cuando sonríes utilizas tus músculos. Para saltar, correr, nadar o comerte un helado utilizas tus músculos. Hay más de 600 músculos que realizan los movimientos de tu cuerpo. Además, para que tus pulmones, tu corazón o tu estómago funcionen también necesitas los músculos.



¿QUÉ SON LOS MÚSCULOS?
Todos los movimientos que realiza tu cuerpo se producen gracias a los músculos. Algunos músculos recubren tus huesos y están debajo de la piel. Otros, forman parte de muchos de tus órganos.
¡Cuántas veces con la mano cerrada has doblado con fuerza tu antebrazo sobre tu brazo para enseñar lo fuerte que eres! Si no lo has probado, nunca inténtalo. Observarás como aparece una pequeña elevación sobre tu brazo. Es tu músculo bíceps que se ha contraído. Los músculos están formados por un tejido especial muy elástico. Este tejido permite que los músculos se contraigan y se relajen. Cuando un músculo se contrae se acorta y se hace más grueso. Cuando un músculo se relaja se estira y recupera su posición inicial. ¡Sin la contracción de los músculos no hay movimiento!
¡Te has fijado en los deportistas! La mayoría realiza mucho ejercicio físico. Sus músculos se aprecian debajo de la piel con mucha facilidad. Los músculos crecen al mismo tiempo que tu cuerpo, pero si haces ejercicio aumentan su tamaño.
Todos los músculos reciben vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y alimento a sus células. El trabajo que realizan los músculos consume mucha energía.


EL TEJIDO MUSCULAR

El tejido de tus músculos está formado por células musculares que también se llaman fibras. Cada fibra contiene filamentos especiales que son capaces de contraerse o relajarse. Al contraerse, producen el acortamiento de los músculos. Al relajarse, el músculo se estira y recupera su forma inicial.

LOS MÚSCULOS TIENEN FORMAS DISTINTAS .




Los músculos puede ser planos, fusiformes u orbiculares.
  • Los músculos planos son finos y recubren los huesos de la cara, del tórax y del abdomen.
  • Los músculos fusiformes son los que recubren los huesos de las extremidades. Su forma es alargada y son más gruesos en el centro y más finos en los extremos.
  • Los músculos orbiculares tienen forma circular y rodean orificios como los ojos o la boca.

CUIDADOS DEL SISTEMA ÓSEO